Bonito día en la zona sur de Madrid, con alguna nube, pero con el Sol en todo lo alto para iluminar y dar algo de calor a este primer día del mes de mayo. Día del trabajo, o de los trabajadores, o de los que no están parados, porque a estas alturas, uno no sabe si somos más los que tenemos la suerte y el privilegio de contar con un medio digno de dar sustento a nuestras familias, o realmente son más los que no lo tienen. No parece que sea motivo de celebración este día, sino de reivindicación, de exigencia de que todos los que no tienen un empleo lleguen a tenerlo cuanto antes. No podemos permitir que nuestros políticos sigan impasibles y sin hacer nada por arreglar esta situación. No podemos permitir que los sindicatos de este pais no sirvan más que para pagarles unas cuotas que emplean para pagar los sueldos de sus "liberados"...
Yo, al menos, no me voy a manifestar, no voy a salir a la calle hoy para celebrar nada. No, porque no creo en esta pantomima de cada 1 de mayo en que lo único que hacen políticos, sindicalistas e intelectualoides es salir en la tele y en los papeles con las mismas frases de todos los años. Prefiero sentarme delante de mi ordenador y escribir esto, y dejarlo ahí para que lo lea quien quiera, y si lo lee alguien que pueda hacer algo, que al menos sepa lo que piensa un privilegiado trabajador de este pais. A ver si al menos, a los responsables se les remueve un tanto el alma y hacen algo de una puñetera vez, aunque, sinceramente, creo que no harán nada por mucho que me lean a mí o a los muchos otros que también hablan alto para quien les quiera escuchar.
Y junto con el palo, la cara más amable de este domingo 1 de mayo. En tres cuartas partes de España, las romerías del comienzo de mayo, fiestas alegres, que seguro harán olvidar durante unas horas a la gente que no tiene trabajo, o que el que tiene es precario, o que no sabe cómo llegará a fin de mes en mayo... Y sobre todo, el Día de la Madre. Es un tópico, pero creo que no debería existir esta celebración, porque TODOS los días son el Día de la Madre, que desde el día en que se queda embarazada y hasta el final, sólo vive por sus hijos. A veces agobiente, a veces estricta, pero siempre dispuesta a darlo todo por aquellos que trajo al mundo. Por eso no debe existir esta "fiesta" consumista -¿cuántos ramos de flores se han vendido hoy?- y deberíamos todos, cada día de nuestra vida y mientras la tengamos cerca, darle un beso, o hacerle una caricia, o simplemente sonreirle y darle las gracias por todo lo que hace por nosotros.
Así que, desde aquí, pedorreta a los políticos, sindicalistas e intelectualoides, y felicidades a todas las madres, en especial a la mía, claro. Un beso a todas, porque os merecéis un trocito de cielo con piscina, cancha de tenis y minigolf...
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