Por fin llegó el final. Se acabó esta "guerra" entre los dos clubes más importantes de España, y finalmente, los catalanes se han clasificado para la final de la Champions. El partido ha sido como los otros en el sentido de que el árbitro ha castigado sobremanera al Real Madrid, no le ha dejado jugar y ha permitido el teatro de los azulgrana a la hora del contacto físico.
El Madrid ha peleado, ha presionado y ha buscado la remontada que estaba casi imposible. Y un gol anulado injustamente al principio del segundo tiempo ha sido un poco la tumba del equipo blanco. A partir de ahí, el Barça ha hecho su juego y ha conseguido su gol, el que le daba el pase definitivo, porque ya era muy poco probable que el Madrid llegara a marcar tres goles y clasificarse. El equipo blanco ha tirado de casta y ha empatado el partido, pero ya era tarde, con lo que el empate ha quedado arriba del marcardor hasta el final. Felicidad en los culés, y cabreo en los merengues, entre los que me incluyo. Mi equipo ha dado la cara, pero se vuelve a Madrid eliminado y con una probabilidad importante de que el Barça consiga su cuarta Champions, cosa que a los madridistas nos cabrea, al menos a mí. Que nadie me venga diciendo que es un equipo español y bla bla bla, porque no trago con eso. Yo quiero que pierdan hasta en los entrenamientos, y si es posible, que desciendan a Segunda, Tercera o que desaparezcan. Ójala el Manchester, que parece favorito para clasificarse, o el Schalke 04 de Raúl, dejen a los culés sin Champions, porque no puedo querer que ganen nada.
Al final, después de todo esto, hemos podido ver que unos pueden insultar sin que se les toque un pelo, mientras a otros les expedientan y seguramente sancionen con varios partidos. Hemos visto como unos pueden exagerar como si les hubieran matado, mientras a otros, cuando se acercan a los primeros, les pitan faltas y faltas a favor, cobrando tarjetas en los rivales para que no puedan volver a entrar con fuerza. Hemos visto favoritsmo con el Barça, igual que en las competiciones nacionales, y al final, lo han conseguido. Están en la final y nosotros en casa.
Se acabó el maratón de clásicos y se hablará todavía durante algunos días. La temporada que viene, más, y esperemos que mejor para el Madrid, que, no olvidemos, está en formación y tiene mucho que mejorar. El Barça no está tan bien como hace unos meses y ha necesitado de las ayudas arbitrales para ganar un título -prácticamente- y pelear en la final por otro. Espero que en la final el árbitro sea imparcial y no les dé ni un poco más de lo que les quite. ¡Hala, Madrid!
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