Xavi Tondo, de 32 años y ciclista del Movistar, ha fallecido esta mañana. No ha muerto en la carretera como hace unos días lo hacía el ciclista belga Wouter Weylandt, que perdía la vida tras una caída en el Giro de Italia, sino que ha sido en un absurdo y desafortunado accidente domestico. Según las informaciones que he podido leer y escuchar, iba a sacar su coche del garaje de la urbanización donde estaba viviendo estos días mientras preparaba el Tour en Sierra Nevada y se ha dado cuenta de que la puerta se estaba cerrando. Ha salido del vehículo y este se ha puesto en marcha por razones que se están investigando, y el ciclista de Valls ha quedado atrapado entre el coche y la puerta. Todo esto ha sucedido sobre las 10 de la mañana de hoy, y el mundo del ciclismo está conmocionado con la noticia.
Este bendito deporte, tan maltratado por la sospecha del dopaje, sufre una tras otra las desgracias que le llegan y se levanta y continúa adelante. Tondo era un buen ciclista en su mejor momento, un muy buen ayudante para los líderes de su equipo que seguramente le echarán de menos. Probablemente el bueno de Xavi, de saber que iba a morir joven, hubiera preferido hacerlo como Weylandt, Casartelli y otros muchos, con el maillot puesto y encima de la bicicleta, y no en uno de esos absurdos y estúpidos accidentes que parece que nunca van a pasarle a uno y al final...
Descansa en paz, CICLISTA.
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