Madridista confeso, hasta la médula, hasta la muerte... pero también amante de la música. Ese soy yo, y decidí que para mí anoche era más importante el concierto que el partido. Un Real Madrid-F. C. Barcelona es un partido importante, pero tras la saturación de la primavera pasada y a 14 de agosto, no me parece más que un bolo veraniego vestido de torneo oficial. La Supercopa, como bien la definió Mourinho en su rueda de prensa previa al partido, "es el trofeo más importante del verano y el menos importante de la temporada", así que muy malo tenía que ser el concierto para que me decidiera a quedarme en casa. Y con mi cámara en ristre me acerqué al Auditorio para disfrutar de viejas canciones, de viejos ídolo y viejos recuerdos.
A la hora previamente fijada, las 22,00 horas, apenas unas 500 personas habían llegado al evento. ¿El partido? ¿Poco interés? El caso es que anoche no se podía retrasar demasiado el comienzo porque después estaban previstos los fuegos artificiales, y supongo que no querían eternizarse. Por tanto, antes de las 22,10 empezaban los primeros acordes. Pablo Perea, cantante y líder de La Trampa nos interpretó algunos éxitos tanto suyos como versiones de otros de la época. A destacar, "Quiero volver a casa". Enlazó con Tennessee, Isidro, Amancio y Roberto, que nos recordaron sus éxitos del "du-du-ah", como "La vi correr" o Una noche en Malibú. A mí, tal vez por el afecto que le cogí en los tiempos de la radio, me faltaba el bueno de Goyo. Hace mucho tiempo que no sé nada de él, y espero que esté bien y le mando un abrazo muy fuerte por si me lee. Después entraron en escena Alberto Comesaña y Yolanda Yone, los "nuevos" Amistades Peligrosas. De aquí, por ejemplo, destacar "Lo estás haciendo muy bien", de la época de Semen Up, y algunos éxitos de siempre de Amistades Peligrosas, como "Me haces tanto bien" o "Estoy por ti". Buena cantante Yolanda Yone, que no es que vaya a hacer olvidar a Cristina del Valle, pero funciona bien en el dúo. Finalmente, llegan Los Inhumanos con sus canciones divertidas, como "Me duele la cara de ser tan guapo" o "Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000". Aquí hay polémica desde hace tiempo porque existe el grupo, compuesto por gente de formaciones posteriores a la primera, que de hecho ayer daban un concierto en Pola de Laviana, y Santi junto con otros tres compañeros de la primera época están en esta gira Pop Tour con el mismo nombre. No sé cómo andarán las relaciones ahora, pero hace unos años no eran nada buenas. El caso es que nos divertimos mucho, pero era casi imposible sacar una foto decente porque no paraban de moverse. Para acabar, todos juntos hicieron unos bises, canciones emblemáticas de los ochenta, y nos quedamos con ganas de más.
Buen concierto, con unos músicos que suenan bastante bien en directo, y que, además, tienen la predisposición de la gente, porque unos vivimos esos años, y otros que nacieron justo en esa época, se enganchan al pop de entonces porque, no nos engañemos, igual que en los setenta florecieron los grupos folk, los cantautores y los cantantes melódicos, en los 80 y 90 se hizo el mejor pop de la historia, un pop que por desgracia no parece tener continuidad en estos tiempo.
Y un ratito antes de acabar el concierto, el Madrid había logrado el gol del empate, se acabó el partido y todos contentos, sobre todo los culés, que salieron vivos del Bernabéu. El miércoles habrá más fútbol de verano entre los dos grandes de España, y la pena es que no tengo ningún concierto que ir a ver. Buscaré alguno y si no, habrá que ver el partido... ¡Qué remedio!
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