domingo, 30 de diciembre de 2012

"Carta al padre" de Franz Kafka. ¿Tú te atreverías?

Esta es mi última reseña del año, además completando el reto de leer 10 clásicos. Decidí apostar por una obra de Franz Kafka que no había leído y que tenía ganas de hacerlo desde hace tiempo, se trata de "Carta al padre", una extensa misiva que escribió a su padre pero que este jamás llegó a leer. Y desde luego que no me ha defraudado para nada, aunque cuando uno apuesta por autores importantes, es difícil errar en la elección.

Autor:

Franz Kafka (Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924) Escritor checo en lengua alemana. Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, Franz Kafka se formó en un ambiente cultural alemán, y se doctoró en derecho. Pronto empezó a interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo.

Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte. A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura.

Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.

En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, la escritura de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez. Ese mundo de sueños, que describe paradójicamente con un realismo minucioso, ya se halla presente en su primera novela corta, Descripción de una lucha, que apareció parcialmente en la revista Hyperion, que dirigía Franz Blei.

En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones, que reunía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro pasó desapercibido; los siguientes tampoco obtendrían ningún éxito, fuera de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales.

El estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un noviazgo en el que había depositado todas sus esperanzas señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El chófer, que incorporaría más adelante a su novela América, En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural.

En 1920 abandonó su empleo, ingresó en un sanatorio y, poco tiempo después, se estableció en una casa de campo en la que escribió El castillo; al año siguiente Kafka conoció a la escritora checa Milena Jesenska-Pollak, con la que mantuvo un breve romance y una abundante correspondencia, no publicada hasta 1952. El último año de su vida encontró en otra mujer, Dora Dymant, el gran amor que había anhelado siempre, y que le devolvió brevemente la esperanza.

La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo fantástico de sus obras juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se consigue captar ni el principio ni el fin. Sus personajes, designados frecuentemente con una inicial (Joseph K o simplemente K), son zarandeados y amenazados por instancias ocultas. Así, el protagonista de El proceso no llegará a conocer el motivo de su condena a muerte, y el agrimensor de El castillo buscará en vano el rostro del aparato burocrático en el que pretende integrarse.

Los elementos fantásticos o absurdos, como la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregor Samsa en La metamorfosis, introducen en la realidad más cotidiana aquella distorsión que permite desvelar su propia y más profunda inconsistencia, un método que se ha llegado a considerar como una especial y literaria reducción al absurdo. Su originalidad irreductible y el inmenso valor literario de su obra le han valido a posteriori una posición privilegiada, casi mítica, en la literatura contemporánea.

Datos técnicos:

Título: "Carta al padre"
Autor: Franz Kafka
Editorial: MDS BOOKS/MEDIASAT
Colección: Biblioteca El Mundo 50
Encuadernación: Tapa dura con solapa
Tamaño: 12 x 21 cm
Páginas: 96
Fecha de publicación: 2002 esta edición (1919)
ISBN: 8496075508
Precio: 9,95 euros

Sinopsis:

Escrita en 1919, la carta de Franz Kakfa a su padre expresa sentimientos de inferioridad y acusa un cierto rechazo paterno. Pero no se puede tomar esta carta como un relato completamente autorreferencial ni como un mensaje real a su padre. Tanto es así que su amigo íntimo y editor póstumo, Max Brod, no la incluyó en el volumen dedicado a su correspondencia, sino en el que reúne sus escritos literarios. "Como la carta nunca llegó a su destinatario -se justificó Brod-, no cumplió la función de una carta". La decisión lo cambia todo: acompañada de textos ficcionales, la violenta misiva pierde en parte su carácter de documento autobiográfico. A este criterio tiene que haber contribuido el hecho de que Kafka pasó (o hizo pasar) a máquina el manuscrito e incluso llegó a corregir la versión en limpio, cuidado reservado exclusivamente a los relatos que serían dados a la imprenta. Incluso Brod sostiene, en su propia biografía, que el padre de Kafka no era el tirano que pinta su hijo, una razón más para leer esta carta con mucha cautela, con mayor predisposición a leer literatura que no ficción.

Mi opinión:

En mi opinión destaca la dureza con que el autor trata a su padre, aunque siempre mostrándole el cariño que sentía por él. Kafka repasa los muchos momentos en que su padre le defraudó como modelo y como educador con una precisión increíble, como si los hubiera ido anotando en un cuaderno para echárselos en cara algún día a su progenitor.

Sus estudios de Derecho se notan en esta extensa misiva al utilizar un discurso muy cercano al que utilizaría un abogado en la sala de juicios, y aunque la obra supone un acoso total al padre, también se culpa a sí mismo de algunas cosas, sobre todo al final, aunque finalmente aduce que eso ocurre precisamente por la falta de una buena educación por parte de su padre.

No sé si quienes la habéis leído o quienes la leáis en el futuro tendréis la sensación que a mí me ha dejado. En algunas facetas -unos más y otros menos, claro está- hubiéramos querido tener un padre distinto, y que hubiera actuado de forma distinta a como lo hizo cuando éramos niños y era nuestro modelo a imitar y seguir. Algunos de los párrafos de este libro me recordaban a mi padre, y aunque no he llegado a tener esa frustración, también me habría gustado decirle algunas cosas que no me han gustado. Aún así, creo que no se lo diré nunca porque es mi padre, para mí el mejor, aunque sea del Barça, y no creo que mi madre y él nos criaran a mis hermanos y a mí tan mal como para haber fracasado. Contesto a mi pregunta del título diciendo que sí, me atrevería a decirle ciertas cosas, pero no quiero.



2 comentarios:

  1. No he leído nada de este autor. Es de los que me dan cierto miedo. Pero tengo que animarme en algún momento y este libro tiene muchos puntos para ser el primero, que tu reseña me ha dejado con ganas.
    Besotes y feliz año!!!

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    1. Kafka es un tipo peculiar y sus libros lo son también. La diferencia entre sus obras más conocidas y esta es que aquí se desnuda en sus sentimientos y hace lo que muchos no serían capaces de hacer jamás. Gracias y besos para ti también. ¡Feliz año nuevo!

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