Esta es mi última reseña del año, además completando el reto de leer 10 clásicos. Decidí apostar por una obra de Franz Kafka que no había leído y que tenía ganas de hacerlo desde hace tiempo, se trata de "Carta al padre", una extensa misiva que escribió a su padre pero que este jamás llegó a leer. Y desde luego que no me ha defraudado para nada, aunque cuando uno apuesta por autores importantes, es difícil errar en la elección.
Autor:

Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte. A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura.
Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.

En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones, que reunía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro pasó desapercibido; los siguientes tampoco obtendrían ningún éxito, fuera de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales.
El estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un noviazgo en el que había depositado todas sus esperanzas señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El chófer, que incorporaría más adelante a su novela América, En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural.
En 1920 abandonó su empleo, ingresó en un sanatorio y, poco tiempo después, se estableció en una casa de campo en la que escribió El castillo; al año siguiente Kafka conoció a la escritora checa Milena Jesenska-Pollak, con la que mantuvo un breve romance y una abundante correspondencia, no publicada hasta 1952. El último año de su vida encontró en otra mujer, Dora Dymant, el gran amor que había anhelado siempre, y que le devolvió brevemente la esperanza.
La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo fantástico de sus obras juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se consigue captar ni el principio ni el fin. Sus personajes, designados frecuentemente con una inicial (Joseph K o simplemente K), son zarandeados y amenazados por instancias ocultas. Así, el protagonista de El proceso no llegará a conocer el motivo de su condena a muerte, y el agrimensor de El castillo buscará en vano el rostro del aparato burocrático en el que pretende integrarse.
Los elementos fantásticos o absurdos, como la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregor Samsa en La metamorfosis, introducen en la realidad más cotidiana aquella distorsión que permite desvelar su propia y más profunda inconsistencia, un método que se ha llegado a considerar como una especial y literaria reducción al absurdo. Su originalidad irreductible y el inmenso valor literario de su obra le han valido a posteriori una posición privilegiada, casi mítica, en la literatura contemporánea.
Datos técnicos:
Autor: Franz Kafka
Editorial: MDS BOOKS/MEDIASAT
Colección: Biblioteca El Mundo 50
Encuadernación: Tapa dura con solapa
Tamaño: 12 x 21 cm
Páginas: 96
Fecha de publicación: 2002 esta edición (1919)
ISBN: 8496075508
Precio: 9,95 euros
Sinopsis:

Mi opinión:

Sus estudios de Derecho se notan en esta extensa misiva al utilizar un discurso muy cercano al que utilizaría un abogado en la sala de juicios, y aunque la obra supone un acoso total al padre, también se culpa a sí mismo de algunas cosas, sobre todo al final, aunque finalmente aduce que eso ocurre precisamente por la falta de una buena educación por parte de su padre.
No sé si quienes la habéis leído o quienes la leáis en el futuro tendréis la sensación que a mí me ha dejado. En algunas facetas -unos más y otros menos, claro está- hubiéramos querido tener un padre distinto, y que hubiera actuado de forma distinta a como lo hizo cuando éramos niños y era nuestro modelo a imitar y seguir. Algunos de los párrafos de este libro me recordaban a mi padre, y aunque no he llegado a tener esa frustración, también me habría gustado decirle algunas cosas que no me han gustado. Aún así, creo que no se lo diré nunca porque es mi padre, para mí el mejor, aunque sea del Barça, y no creo que mi madre y él nos criaran a mis hermanos y a mí tan mal como para haber fracasado. Contesto a mi pregunta del título diciendo que sí, me atrevería a decirle ciertas cosas, pero no quiero.
No he leído nada de este autor. Es de los que me dan cierto miedo. Pero tengo que animarme en algún momento y este libro tiene muchos puntos para ser el primero, que tu reseña me ha dejado con ganas.
ResponderEliminarBesotes y feliz año!!!
Kafka es un tipo peculiar y sus libros lo son también. La diferencia entre sus obras más conocidas y esta es que aquí se desnuda en sus sentimientos y hace lo que muchos no serían capaces de hacer jamás. Gracias y besos para ti también. ¡Feliz año nuevo!
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