Son las 21,30 de la noche, y como de costumbre, nos hace esperar, aunque sabemos que al final merecerá la pena el retraso. Esta vez me he traído conmigo a Sergio, mi sobrino mayor, que lleva algo más de un año y medio tocando el bajo y es buen amante de la música en acústico, aunque sus gustos particulares vayan por caminos un poco distintos a los de la cordobesa y los míos propios. Nos han dado en la puerta la ya famosa “maraca” hecha con una botella de MAELOC –es publicidad pero hay que agradecerle que apueste por Vega y apoye su gira de invierno- y nos disponemos a ver con qué nos sorprende hoy, porque siempre nos sorprende con algo, y como ya contaré más abajo, iba a hacerlo.
A eso de las 21,50 suben al pequeño escenario Pablo Martín, Kike Fuentes y Vega. Muy juntos, porque además de que el sitio no permite mucho más, se nota que forman un buen equipo, y los equipos se juntan para conseguir los objetivos. Ya en el concierto de Galileo, con toda la banda, demostraron ser unos músicos de categoría, y hoy hay que demostrarlo aún más si cabe, porque aquí es donde los fallos se notan más. Y allá vamos, con un concierto un poco distinto, porque los “Búhos” siempre son distintos a los demás, con sus canciones más emblemáticas salpicando las de “Metamorfosis”, y algunas versiones, como siempre acostumbra a hacer. Pero en esta ocasión hay alguna distinta, muy bien elegidas, por cierto, y cantadas con el gusto que acostumbra. Una grata, gratísima sorpresa para mí, la interpretación de “Perlas ensangrentadas”, de Alaska y Dinarama, del álbum “Canciones profanas” publicado en 1983, y que supuso uno de los grandes temas del pop español en la década. Y por supuesto que, no sorprendido, sino realmente admirado, de la interpretación del clásico “¿Qué sabe nadie?” popularizada por el gran Raphael, y que en su versión suena maravillosamente bien. ¿Para cuándo un dúo con el genio de Linares? Y por supuesto, que tomen nota quienes hablan a la ligera de personas a las que no conocen, porque, no nos olvidemos, los artistas, antes que nada, son personas, que tienen derecho a ser respetados como los demás mortales. Así que, a los listos que se esconden tras un Nick para insultar o desprestigiar, decirles que se den una vuelta por youtube, ya que no irán jamás a un concierto en nuestro querido “Búho Real”, y que vean por qué hay gente que sigue a Vega y cómo se gana grabar discos.
Lo dicho, con unos compañeros de viaje, como ella misma les llama, totalmente acoplados al sentir de Vega y de su público, el concierto resulta divertido y emotivo. Pablo Martín y Kike Fuentes son unos músicos fantásticos que aumentan aún más el valor que ya tienen los conciertos de la cordobesa por sí solos. He escuchado muchas veces “Grita”, esa especie de himno para sus fans, tanto en disco como en vivo, y en esta ocasión, no sé por qué, pero mi sensación es distinta, reconozco que se me ha hecho un nudo en la garganta, y he llegado a la conclusión de que, en efecto, la misma Mercedes que tocaba en los bares de Segovia o trabajaba en el UNO, se sube cada día a un escenario vestida de una Vega cada vez más profesional, más seria en su trabajo, más madura, más hecha. Vuela sola, puede hacerlo, pero todos somos importantes, los fans, los amigos, la familia, e incluso sus críticos, para que su vuelo sea más alto, ágil y ligero, y le lleve a lo más alto. Si en el concierto de “Galileo” vi a una Vega enormemente profesional, ahora me encuentro ante una artista completa, ¿y sabéis qué? Pues que estoy muy orgulloso de ella, y que me da igual que penséis que soy un pesado por decirlo cada vez que hablo de ella, pero como es la verdad, la diré las veces que haga falta.
Al final, bastante jaleo, con gente queriéndose hacer una foto con ella, pero encuentro un momento para hablar con ella, nada especial, un saludo y ya está, hasta la próxima, que por la agenda que tiene, será en unos meses, pero valdrá la pena esperar y leer las crónicas de los próximos conciertos, y sus propias reflexiones. Nos vamos satisfechos y la dejamos firmando discos, haciéndose fotos con todo el mundo, con su sonrisa de siempre, la de antes de Operación Triunfo, y la de después de convertirse en una artista completa.
PEPE
Todas las fotos:
Me ha encanta tu post, Pepe.
ResponderEliminarUn beso,
B.-
Gracias, y gracias por tu visita. Pásate cuando quieras, estás en tu casa...
ResponderEliminar¡¡Buen post Pepe!! La verdad que hasta ahora me ha gustado todo lo que has publicado , excepto lo del fútbol , pero es porque no me gusta.
ResponderEliminarUn beso
¡Esa es mi seño, siempre tan sincera! Yo también te quiero, que conste...
ResponderEliminar;)
Me ha encantado tu blog!!!
ResponderEliminarlos "buhos" son geniales y muy íntimos!!yo tuve la suerte de ir a uno y salí encantada.
Qué gran artista y qué gran persona, sencilla, natural y sincera.
Gracias, "anónimo". Pásate cuando quieras por aquí, que también es tu casa. Eso sí, la próxima vez, deja tu nombre para poder saludarte en condiciones. Un beso y de nuevo, gracias.
ResponderEliminarElla es SUBLIME
ResponderEliminarMe ha encantado leer esta cronica,
ResponderEliminarla verdad es que en ese buho tendria que haber estado yo...
pero x problemas familiares me quede en casa.
Me repito pero genia la cronica de verdad,
ahora apareces en mi blog entre mis favoritos.
gracias por compartir lo q sentiens en el buho :D
Gracias a ti por la visita. Ven cuando quieras, y yo también me apunto a seguir tu blog...
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