domingo, 21 de diciembre de 2014

"El viejo y el mar" de Ernest Hemigway. Descubriendo cosas nuevas

Es esta novela de Hemingway una de esas obras que uno lee en el instituto y después se olvida de ella. Así que más de treinta años después, decidí releerla para encontrar cosas nuevas, nuevos significados y comprender lo que con dieciséis años no eres capaz de ver.

Autor:

Ernest Hemingway (Ernest Miller Hemingway; Oak Park, 1899 - Ketchum, 1961) Narrador estadounidense cuya obra, considerada ya clásica en la literatura del siglo XX, ha ejercido una notable influencia tanto por la sobriedad de su estilo como por los elementos trágicos y el retrato de una época que representa. Recibió el premio Nobel en 1954.

Ya se había iniciado en el periodismo cuando se alistó como voluntario en la Primera Guerra Mundial, como conductor de ambulancias, hasta que fue herido de gravedad. De vuelta a Estados Unidos retomó el periodismo hasta que se trasladó a París, donde alternó con las vanguardias y conoció a E. Pound, Pablo Picasso, J. Joyce y G. Stein, entre otros. Participó en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial como corresponsal, experiencias que luego incorporaría a sus relatos y novelas.

Él mismo declaró que su labor como periodista lo había influido incluso estéticamente, pues lo obligó a escribir frases directas, cortas y duras, excluyendo todo lo que no fuera significativo. Su propio periodismo, por otra parte, también influyó en el reportaje y las crónicas de los corresponsales futuros.

Entre sus primeros libros se encuentran Tres relatos y diez poemas (1923), En nuestro tiempo (1924) y Hombres sin mujeres (1927), que incluye el antológico cuento "Los asesinos". Ya en este cuento es visible el estilo de narrar que lo haría famoso y maestro de varias generaciones. El relato se sustenta en diálogos cortos que van creando un suspense invisible, como si lo que sucediera estuviera oculto o velado por la realidad. El autor explicaba su técnica con el modelo del témpano de hielo, que oculta la mayor parte de su materia bajo el agua, dejando visible sólo una pequeña parte a la luz del día.

Otros cuentos de parecida factura también son antológicos, como "Un lugar limpio y bien iluminado", "La breve vida feliz de Francis Macomber", "Las nieves del Kilimanjaro", "Colinas como elefantes blancos", "Un gato bajo la lluvia" y muchos más. En algunas de sus mejores historias hay un vago elemento simbólico sobre el que gira el relato, como una metáfora que se desarrolla en el plano de la realidad.

La mayor parte de su obra plantea a un héroe enfrentado a la muerte y que cumple una suerte de código de honor; de ahí que sean matones, toreros, boxeadores, soldados, cazadores y otros seres sometidos a presión. Tal vez su obra debe ser comprendida como una especie de romanticismo moderno, que aúna el sentido del honor, la acción, el amor, el escepticismo y la nostalgia como sus vectores principales. Sus relatos inauguran un nuevo tipo de "realismo" que, aunque tiene sus raíces en el cuento norteamericano del siglo XIX, lo transforma hacia una cotidianidad dura y a la vez poética, que influiría en grandes narradores posteriores como R. Carver.

Uno de los personajes de Hemingway expresa: "El hombre puede ser destruido, pero no derrotado". Y uno de sus críticos corrobora: "Es un código que relaciona al hombre con la muerte, que le enseña cómo morir, ya que la vida es una tragedia. Pero sus héroes no aman mórbidamente la muerte, sino que constituyen una exaltación solitaria de la vida, y a veces sus muertes constituyen la salvaguarda de otras vidas". A este tipo de héroe suele contraponer Hemingway una especie de antihéroe, como su conocido personaje Nick Adams, basado en su propia juventud, y que hilvana buena parte de los relatos como una línea casi novelesca.

Sus novelas tal vez sean más populares aunque menos perfectas estilísticamente que los cuentos. Sin embargo, Fiesta (1926) puede ser considerada una excepción; en ella se cuenta la historia de un grupo de norteamericanos y británicos, integrantes de la llamada "generación perdida", que vagan sin rumbo fijo por España y Francia. En 1929 publicó Adiós a las armas, historia sentimental y bélica que se desarrolla en Italia durante la guerra. En Tener y no tener (1937), condena las injusticias económicas y sociales. En 1940 publicó Por quién doblan las campanas, basada en la Guerra Civil española. Esta obra fue un éxito de ventas y se llevó a la pantalla.

En 1952 dio a conocer El viejo y el mar, que tiene como protagonista a un modesto pescador de La Habana, donde vivió y escribió durante muchos años enfrentado a la naturaleza. Algunos críticos han visto en este texto la culminación de su obra, porque en él confluyen el humanismo y la economía artística; otros, sin embargo, opinan que éste no es el mejor Hemingway, por una cierta pretensión didáctica. Hacia el final de una vida aventurera, cansado y enfermo, se suicidó como lo haría alguno de sus personajes, disparándose con una escopeta de caza. Para muchos, es uno de los escasos autores míticos de la literatura contemporánea.

Datos técnicos:

Título: El viejo y el mar
Autor: Ernest Hemingway
Editorial: El País
Colección: Clásicos del siglo XX
Encuadernación: Tapa dura
Dimensiones: 13 x 20.5 cm
Páginas: 143
Fecha de publicación: 16 de marzo de 1952 (2002 para esta edición)
ISBN: 9788489669064
Precio: 6,00 euros

Sinopsis:

El viejo y el mar Un viejo pescador, ya en el crepúsculo de su vida, pobre y sin suerte, cansado de regresar cada día sin pesca, emprende una última y arriesgada travesía. Cuando al fin logre dar con una gran pieza, tendrá que luchar contra ella denodadamente. Y el regreso a puerto, con el acoso de los elementos y los tiburones, se convierte en una última prueba. Como un rey mendigo, aureolado por su imbatible dignidad, el viejo pescador culmina finalmente su destino.

Mi opinión:

Cuando uno lee esta maravilla de la literatura universal con dieciséis años, no ve más que la aventura de un hombre que desea salir de la mala racha que le acecha con tenacidad y esfuerzo, y cómo finalmente no consigue más que el reconocimiento a ese esfuerzo, porque nada le reportará en otros aspectos.

Pero cuando uno la lee muchos años después, encuentra nuevas historias dentro de la misma. Ya no tiene tanta importancia la aventura del viejo como los motivos, lo que mueve a un hombre a superar sus propios límites para conseguir lo que desea. Y lo difícil que resulta conseguirlo al cien por cien, teniendo que conformarse con lo que finalmente se le ofrece. Por mucho que uno pelea en la vida, no siempre resultan las cosas como uno quiere y esa es una de las lecciones que creo debemos aprender de este libro.

Por otra parte, el chico, que contra todos los demás, cree en el viejo y en que puede lograr algo grande. Es el único que le ayuda y le comprende, y es quien finalmente muestra a los demás el valor del viejo. ¿Ha ganado o ha perdido? ¿Cual es el valor del verbo "ganar" y la del verbo "perder"? ¿Ganó el viejo en su batalla contra el gran pez y las adversidades? ¿Fracasó en su empeño? Eso es lo que Ernest Hemingway nos pregunta en esta fantástica obra.

Errores, gazapos y otras cosas:

Nada que destacar.

3 comentarios:

  1. Tengo este libro por casa dando vueltas y nunca me animo con él... Un saludo

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    1. ¿Pues a qué esperas? Se lee rapidito y te va a encantar... Besos...

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  2. ¡Hola!
    No pinta mal, así que lo apunto.
    Gracias por tan buena reseña.
    ¡Nos leemos! :)

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