Hoy me he visto envuelto en una discusión, y es que me gusta la polémica... Me he enterado de que un blog, El búho entre libros, que había reseñado la obra de Lucas Barrera "La suerte de las marionetas", había sido contestado tanto por el autor como por otras personas, al parecer de mala manera.
Pues bien, he leído la reseña y todos los comentarios posteriores, y llego a la siguiente conclusión: Sin haber leído el libro, me veo reflejado en el compañero que escribe el blog —no le conozco— porque como sabéis, llevo cierto tiempo con una especie de cruzada contra los errores ortográficos y sintácticos en los libros que leo. El problema es que cada día hay más libros por ahí, porque con ahorrar unos euros cualquiera puede autopublicar un libro, con el peligro que eso conlleva. Además, y en esto debemos meternos todos en la misma bolsa, está la poca capacidad de autocrítica de unos y otros, autores y reseñadores.
En el caso concreto del pequeño lío que se ha armado hoy y al que en cierto modo he contribuido, el blog que publicó la reseña tuvo una visión que coincide con la que yo suelo tener de algunos libros que leo y reseño. Creo que fue una crítica negativa, sí, pero no tanto, ya que resaltó lo bueno de la obra aunque al final hubo cosas que no le gustaron y las expresó. Además, comentó los errores sintácticos y ortográficos que encontró y que, en mi opinión, pueden afear tanto una obra como para parecer mala aunque la trama sea muy buena. Después, he tenido una pequeña "discusión" con la autora Blanca Miosi en su muro de Facebook, que parece no estar dispuesta a admitir la crítica, pero creo que es lo de menos y ya he dejado de contestarle.
El autor contestó hace dos o tres días creo que de manera bastante correcta, aunque se le notaba cierta indignación, porque supongo esperaba una crítica más benévola. El problema viene cuando otra autora de cierto éxito, Blanca Miosi, desprecia el trabajo del reseñador y el de todos los reseñadores, el de la crítica, que no vale para nada si no es positiva, y poco menos que nos rebaja a todos a un plano inferior. ¿Es que no tenemos derecho a contar lo que nos parece lo que leemos? ¿Es que tenemos que dorar la píldora a todos los autores aunque no nos guste lo que hacen? Creo que vivimos en un país democrático y que tenemos libertad de expresión, y ni el autor de la reseña ha faltado al respeto al autor del libro ni creo que la señora Miosi deba ningunear de esa manera la reseña.
Todos los que publicamos, unos libros y otros opiniones, tenemos derecho a hacerlo siempre que sea con respeto. Y creo que falta humildad por parte de todos. No creo que debamos enfadarnos ni los unos ni los otros cuando algo que escribimos no gusta a alguien y nos lo dice. Por un lado, los autores, cuando escriben y publican sus obras, deben saber que están sujetos a la crítica, que no a todo el mundo le va a gustar lo que escriben, y que evidentemente, sus obras no son perfectas, que tendrán errores. Hay quien se toma estas cosas con deportividad y le sirven para mejorar, y hay quien se cree Cervantes o Shakespeare y que el hecho de que su nombre figure en la portada de un libro le da inmunidad ante todo. Pues no, si el libro tiene errores y se detectan, se dice, y que el autor y sus editores se pongan las pilas, porque bastante dinero cuestan ya los libros como para tener que tragar un producto imperfecto.
Y por supuesto que los reseñadores, que también publicamos nuestras opiniones, debemos estar abiertos a la crítica, a que haya gente a quien no le guste lo que escribimos y nos lo diga. En mi caso trato de ser justo, pero evidentemente habrá veces que meto la pata, que me paso o que la justicia brilla por su ausencia. Suelo apuntar todos los errores que encuentro, tanto ortográficos como sintácticos, y al final de mis reseñas los pongo en un apartado, y lo hago desde que una vez dije que la traducción de un libro, en general buena y bien documentada, estaba llena de "porque", "porqué", "por que" y "por qué" mal puestos. Creo que me pasé diciendo que la próxima vez que pensaran en traducir una obra de la autora de que hablaba —Belinda Alexandra— la editorial debería pensar en contratar a otro traductor. La traductora se me echó encima retándome a que le dijera dónde estaban esos errores porque para ella había sido una traducción perfecta. Admito que me pasé en ese comentario concreto, pero no en el resto de lo que dije. Una traducción bastante buena se veía empañada con ese pero que para mí es importante. Tal vez con demasiado retraso, quiero pedirle disculpas a la traductora de "Secreto de hermanas", Julia C. Gómez Sáez.
Por esta historia fue por lo que decidí añadir los errores concretos que encuentro en cada libro que leo, aunque seguramente que se me escaparán otros. Y lo hago con la idea de ayudar, de ser constructivo. De hecho, a algún autor le he comentado los errores antes de que apareciera la reseña, para que no les pille de susto. Lo que me fastidia de todo esto es que hay gente que cree estar por encima de todo y no acepta la crítica aunque sea constructiva. Y además están los "palmeros", que también los hay, que se suman a la opinión del autor con insultos hacia el crítico. Creo que todos los hemos sufrido, ¿verdad?
Después tenemos blogs que, y esto lo he dicho muchas veces, reciben de forma gratuita una serie de libros que las editoriales quieren "colocar" y los propios autores también regalan a estos blogs sus libros para que los reseñen. Esta es la misma táctica que han empleado toda la vida las casas discográficas regalando los singles que querían escuchar en las radios. Al igual que estas, las editoriales y autores que regalan los libros esperan una reseña, y por supuesto una reseña positiva. Y aquí es donde nos podemos encontrar con problemas. Hay blogs que ponen por las nubes obras mediocres porque se deben a la editorial y al autor que les regalan los libros, y no tienen que dejarse el dineral que nos dejamos otros en comprarlos. Una o dos reseñas negativas podrían suponer el cierre del grifo por parte de editoriales y autores, y claro, se acaba el chollo. Y si estás leyendo reseñas positivísimas sobre un libro, al final picas y lo compras... Y cuando lo abres te das cuenta de que es basura. Ese es el problema. Después, cuando llegamos los que somos independientes porque queremos, porque no vamos a las editoriales a que nos regalen los libros y los compramos con nuestro dinero, y hacemos una crítica negativa sobre una obra, los autores, correctores o traductores se nos tiran a la yugular.
Tengo 50 años, llevo leyendo casi desde que nací, conservo el primer libro que compré con mis ahorros con 11 años ("Le petit prince") y tengo en mi biblioteca miles de libros que, salvo algunos que he tenido la suerte de ganar en sorteos, he pagado con mi dinero, a veces con un esfuerzo muy importante, cuando era estudiante o no tenía trabajo. Así que no creo que nadie tenga derecho a decir que no puedo opinar sobre lo que leo. Trato de ser respetuoso, y si a veces no lo parece, lo siento, pero ni la señora Miosi ni nadie me va a hacer callar. Y por supuesto que espero que al autor del blog El búho entre libros tampoco pretendan callarle.
Muy buena entrada, Pepe. Yo mañana voy a publicar una sobre este tema.
ResponderEliminarLo que más grave me parece es que le acuse de falta de humanidad por decir que no le ha gustado el libro, porque según ella no se puede hablar mal de un escritor novel.
Que luego ataque a los bloggers en su facebook, sin nombrarle, pero por lo que puso en el comentario de su reseña, se refería claramente a él, y cuando yo la respondo, coherentemente y con respeto, borre toda esa entrada con los comentarios, y escriba en su muro que algunos estamos empeñados en hablar mal de un autor, cuando eso no es así, pues en la entrada que borró, yo dejaba claro que lo que quería no era hablar mal del autor, si no que todo el mundo tuviese toda la información, para poder juzgar justamente.
En fin, yo después de publicar mañana la entrada, me olvido del tema, ya que veo que esta persona es muy manipuladora y que ella puede hacer lo que le dé la gana, y los demás no pueden ni toserla.
Un beso.
Me temo que hay gente que se cree mucho mejor de lo que es... Yo ya tengo claro que no leeré nada suyo... Besos.
EliminarMe he enganchado al debate en facebook y luego he pasado a tu entrada, aunque sin intervenir hasta ahora. Incluso no estaba segura de querer hacerlo. Creo que, como suele pasar, ambas partes tienen razón en determinados puntos. Personalmente soy otra lectora del club de alérgicos a las faltas de ortografía, y no puedo evitar quedarme alucinada al enterarme de que para un escritor/a ese es un aspecto secundario, cuando en mi opinión debería ser la base de su trabajo... En mi opinión. También pienso que cada cual tiene derecho a criticar lo que piensa que es criticable, tanto los reseñistas a las novelas como cualquier persona a las reseñas del reseñista. Claro que hay opiniones con más valor que otras. Por ejemplo, también resta valor a una reseña que ella misma tenga faltas de ortografía. En fin, hay mucho debate pero tampoco hay que sacar las cosas de quicio. Todo el mundo puede opinar mientras lo haga con respeto (aunque el límite del respeto pueda ser difícil de establecer).
ResponderEliminarSaludos.
Totalmente de acuerdo. Un abrazo... ;)
EliminarNinguna traducción es perfecta, jamás. Yo nunca dije que la mía lo fuera, ni pretendí que se sacara tal conclusión de mis comentarios, por otro lado, siempre bienintencionados. ¡Mal rayo me parta si alguien ha podido malinterpretar de ese modo mis palabras!
ResponderEliminarCierto, pero hay algunas que tela marinera... ¿Has leído "Inferno"? 24 euros y un montón de errores. Y Planeta lo publicó con semejantes fallos...
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