Y seguimos con el misterio, la intriga, el suspense... El sábado día 1 de junio estuve en la Feria del Libro de Madrid tan sólo para hacerme con esta novela firmada por su autor. Después de "La biblioteca de los muertos" y "El libro de las almas", con un paréntesis para publicar "La llave del destino", todos esperábamos el desenlace de la trilogía. Superarse es difícil, pero creo honestamente que Glenn Cooper lo ha conseguido.
Autor:
(de su página web, se define a sí mismo)
El primer acto de mi vida consistió en formarme para ejercer la medicina. Crecí en un barrio a las afueras de Nueva York, cursé estudios en Harvard y en la Facultad de Medicina de Tufts y trabajé de interno en el departamento de medicina interna del New England Deaconess Hospital. Después de pasar por un programa de especialización en el departamento de enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, abrí una consulta de medicina interna. En la universidad, en lugar de cursar las asignaturas complementarias más comunes, como bioquímica, me gradué en arqueología. Pasé mucho tiempo en excavaciones, sobre todo en Inglaterra. En mis primeros años de estudios, durante un proyecto que hice allí con un profesor de la Universidad de Chicago, conocí a mi esposa, Tessa, que casualmente era la hija del jefe. Y después de todos estos años, seguimos unidos. En cualquier caso, la forma de pensar de los arqueólogos –la emoción de encontrar algo, las ansias de conocer mundo, la querencia por los bares y los pubs– caló bien hondo en mi sangre.
Al filo del segundo acto comencé a desencantarme del ejercicio privado de la medicina. Perdía el entusiasmo inicial por momentos… ¡y no había hecho más que empezar! Así que me encontraba bastante receptivo el día que llamó un médico muy brillante, que por entonces andaba reconstruyendo el equipo médico de Eli Lilly en Indianápolis y necesitaba a un especialista en enfermedades infecciosas salido de alguna universidad de élite para dirigir sus programas de investigación clínica.
Es aquí donde comienza propiamente el segundo acto: la vida corporativa. Peldaño a peldaño, comencé a subir por la escalera corporativa de Lilly y al poco tiempo comprendí que poseía cierta visión de negocio (a saber de dónde la habría sacado). Después de pasar una temporada en el Reino Unido con la empresa, decidí lanzarme y fundar una empresa de biotecnología en Carolina del Norte, a la que siguió otra en Ohio. Finalmente me mudé de vuelta a Massachussets, donde pasaría los siguientes 16 años presidiendo Indevus Pharmaceuticals. Gracias a la colaboración de muchos grandes profesionales conseguí transformar una empresa con treinta empleados y ningún beneficio en una de trescientos empleados y una facturación de más de un millón de dólares, con una fabulosa cartera de productos para el cáncer y los trastornos urológicos y endocrinológicos. Era inevitable que algún pez más grande acabara por comerse nuestro pececito, como en efecto sucedió a principios de 2009, cuando una gran farmacéutica compró Indevus. La clase de acontecimiento dramático que suele preceder al tercer acto.
Ya en el segundo acto había comenzado a escribir. Escribía sin cesar, durante la noche y los fines de semana, sobre todo obras de teatro (hasta la fecha llevo veinte). Las primeras eran malísimas, pero con los años comencé a mejorar, y llegó un punto en que pude vender los derechos de muchas a productoras de Hollywood. Pero era tan frustrante vender guiones que nunca llegarían a realizarse que casi me vuelvo loco. En todo caso, enloquecí lo bastante como para hacer algo al respecto. Así que en mi tiempo libre, en lugar de jugar al golf (como el resto de ejecutivos) me matriculé en la Facultad de Cine de la Universidad de Boston y, aunque no llegué a terminar los estudios, cursé la mayor parte de clases del programa. Al final, en vez de presentar la película de tesis preceptiva, me lié la manta a la cabeza y fundé una productora llamada Lascaux Pictures con mi buen amigo y abogado George Tobia, con quien escribí y coproduje una película, un thriller psicológico titulado Long Distance. La presentamos en el Festival de Tribeca en 2005 y se distribuyó en EE.UU. y en otros treinta países, con una buena acogida comercial.
El tercer acto, la escritura de novelas, comienza con unas cuantas páginas de un guión titulado La biblioteca de los muertos. La historia me gustaba, pero al cabo de unos días la mera idea de escribir otro guión para una superproducción que tenía escasas posibilidades de ver la luz me llevó a estructurarlo en forma de novela. Aquí haré un corte de un año de trabajo, tras el cual puedo presentar un manuscrito acabado que, en mi humilde opinión, no estaba nada mal. Como no tenía agente tuve que apañármelas a la vieja usanza, mandando cartas de presentación a más de sesenta agencias. Steve Kasdin, un agente primerizo de la Agencia Literaria Sandra Dijkstra, pensó que mi perfil era demasiado chocante para tirar la carta a la papelera y quiso leer una parte del texto, luego se lo leyó entero y finalmente decidió apostar fuerte y me contrató. Después de darle al libro un buen repaso con la ayuda de mi agencia, saltamos a la palestra y en un abrir y cerrar de ojos me vi firmando los contratos de distribución mundial de dos libros (La biblioteca de los muertos y El libro de las almas) con editoriales tan fantásticas como HarperCollins y Random House, y derechos por las traducciones a 30 idiomas. Amazon me eligió para desempeñar un papel de peso en el grupo Kindle y encontré un nuevo hogar junto al increíble superagente literario Simon Lipskar, de Writers House.
De modo que el tercer acto no ha hecho más que empezar. Actualmente me dedico a la escritura a tiempo completo y me lo paso en grande investigando, leyendo y trabajando en nuevos libros ante el hogar de la biblioteca, en mi casa de 1669. Samuel Parris, el pastor de Salem durante los juicios por brujería, se instaló aquí en 1696, cuando le dieron la espalda sus propios feligreses (que comenzaban a resentirse un poco después de ver a veinte miembros de la congregación ahorcados o torturados hasta la muerte). Aquí fue donde se empeñó en continuar su labor y creó una parroquia de una sola estancia, en esta misma biblioteca. Vivió aquí de forma más o menos seguida hasta su muerte en 1720, y es posible que lo hiciera en compañía de alguna de sus hijas “embrujadas”, porque aún ronda la casa el fantasma de una mujer. En fin, que si no encuentro inspiración no será por cuestiones de atmósfera.
Normalmente esbozo los tres actos completos antes de comenzar a escribir una novela, pero en este caso no tengo la menor idea de cómo terminará.
Datos técnicos:
Autor: Glenn Cooper
Editorial: Grijalbo
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
Tamaño: 15,5 x 23 cm
Páginas: 379
Fecha de publicación: mayo 2013
ISBN: 9788425349737
Precio: 19.00 euro
Sinopsis:
La fecha del fin del mundo está cada vez más cerca. La población, resignada, teme ver cumplida la antigua profecía de los escribas de la abadía de Vectis. Algunos, sin embargo, aún conservan la esperanza.
¿Es posible alterar el curso del destino?
Florida, 2026. Mientras el mundo se prepara para la fatídica fecha del fin del mundo, el 9 de febrero de 2027, Will Piper, el descubridor de la tristemente célebre biblioteca de los muertos, disfruta de unos años de merecida tranquilidad. En su yate, lejos de los peligros que le acecharon en su época de agente en activo, espera que su esposa Nancy se decida a abandonar el FBI para así disfrutar de su compañía antes del ineludible final. Pero cuando el hijo de ambos desaparece dejando un oscuro rastro que apunta a unos misteriosos «bibliotecarios», Will comprende que el pasado no puede dejarse atrás. Aunque ya quede poco futuro por delante.
Isla de Wight, 1296. Poco antes del suicidio colectivo de los escribas, Clarissa, una joven novicia embara-zada de uno de ellos, consigue huir de la abadía de Vectis para así proteger al hijo que espera. Pero cuando años después el abad Felix, superior de la abadía, sabe de su existencia, no puede evitar que la curiosidad le devore. ¿Habrá heredado ese niño la clarividencia de los escribas? ¿Cómo será su vida lejos de sus iguales? ¿Existe, tal vez, un nuevo escriba capaz de retomar la tarea de sus antepasados?
Un thriller histórico muy adictivo que seduce al lector con su sorprendente premisa.
Mi opinión:
Era difícil superar "La biblioteca de los muertos" y Cooper estuvo a la altura con "El libro de las almas". Ahora, con "El fin de los escribas" ha conseguido dar un paso más, una vuelta de tuerca a esta fascinante historia. En esta ocasión estamos en un futuro relativamente cercano y con gran maestría el autor nos pone en las manos la siguiente generación de tecnología de la comunicación sin grandes alardes, de manera totalmente creíble. Utilizando las nuevas tendencias todavía en pañales y llevándolas a un momento en que son totalmente factibles, al lector no le parece nada descabellado el entramado de la acción.
Los protagonistas estrella de la trilogía, Will Piper, ya jubilado y con achaques, y su brillante esposa Nancy, ahora un pez gordo del FBI, están en forma y siguen siendo el gran equipo de siempre, en esta ocasión acompañados de su hijo adolescente. La trama es similar, continuación de las anteriores, pero dando un paso más allá en la complejidad del caso.
Desenlace un tanto sorprendente, aunque advierto, sin querer que esto sea un spoiler, que deja abierta una rendija a nuevas etapas de esta historia...
Gazapos, errores y otras cosas:
Hay pocas cosas destacables, sobre todo algunas erratas. Vamos a verlas:
1. Pag, 153. Dice "edificio conforma de capilla". Debería decir "edificio con forma de capilla". Errata.
2. Pag. 210. Dice "... Creo que le gustas tú, Philip. (...). Fíjese...". Debería decir "... Creo que le gustas tú, Philip (...). Fíjate...". Cacia habla con el hijo de Piper que es adolescente y le tutea, pero de pronto le habla de usted. Un error de traducción.
Esta reseña forma parte de la iniciativa del blog Kayena: Negro sobre blanco II edición mes de la novela negra, policíaca y de misterio.
No he leído esta trilogía y no será por ganas, pero no doy más de si. Lo importante es que aún dejando alguna rendija abierta, haya sabido ponerle un broche de oro, que nunca es fácil.
ResponderEliminarUn beso.
A mí me da que habrá cuarta parte, aunque no sé si Will Piper será el protagonista o lo será su hijo. Ya veremos. Besos... ;)
EliminarMe gusta mucho tu forma de reseñar :)
ResponderEliminarMuy interesante lo de los gazapos y errores ;)
No conocía esta trilogía, ¡muchas gracias por la información!
Pues además tiene otra novela que publicó entre el segundo y tercer libros de la trilogía que también está muy bien. Se llama "La llave del destino". Gracias a ti por leerme. Besos.
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