Estimado
José:
Soy uno de los miles, millones de madridistas que hemos
vivido su etapa al frente de nuestro primer equipo con una mezcla de
sentimientos que no es fácil de expresar. Cuando usted aterrizó en el club
pensamos que por fin había llegado un entrenador con personalidad suficiente
para manejar los egos de un vestuario que desde hace muchos años ha sido
incontrolable. En mi caso, no me gustaban sus formas ni sus salidas de tono,
pero vistos los resultados de sus anteriores equipos, pensé que era el
entrenador ideal.
Pero usted ha demostrado no merecer mi confianza y la de
muchos madridistas que no queremos ver el nombre de nuestro club tirado por los
suelos tan sólo por el ego exagerado y las manifestaciones fuera de lugar de un
empleado del club. Me dicen que usted es una excelente persona, muy leal a sus
amigos y amante de su familia, generoso con los necesitados y amable en su
faceta privada. Tengo que creérmelo, y no dude de que lo hago. Pero hay algo
que no puedo soportar de usted, y es que se crea el ombligo del mundo, el
mejor, el más grande, el que está por encima de todo y de todos… Y no, no es
así. No debe olvidar que el Real Madrid tiene ciento once años de existencia y
ha sido considerado como el mejor club del mundo. Por este extraordinario club
de fútbol han pasado varios de los mejores jugadores y entrenadores del mundo,
y al final, cuando se han marchado, el Madrid ha seguido adelante ganando
títulos, engrosando palmarés y llenando la sala de trofeos. Usted es uno más y
no puede pisotear la historia de este gran club con su comportamiento. Si se
quiere ir, márchese, pero hágalo dando la cara y no tirando dardos contra todo
y contra todos, ensuciando e insultando al madridismo, porque, aunque todavía
tenga algunos fieles, la mayoría ya se ha hartado de tanta tontería.
No tiene ningún derecho a dudar de técnicos como Vicente del
Bosque que ha ganado dos Champions, ni de jugadores como Iker Casillas que tanto
han dado a nuestro club. Y hablo de estos dos casos concretos que no son
precisamente santo de mi devoción. Don Vicente porque aunque es verdad que ganó
todo lo que ya sabemos, me parecía un entrenador que en sus últimos tiempos no
entrenaba en serio y el equipo estaba mal y llegaba muy justo a los finales de
partido. Iker Casillas es un enorme portero que ha hecho paradas milagrosas,
pero su juego con el pie no es deficiente, sino pésimo, y las salidas y el
juego por alto casi no existen. Pero aun así, con los defectos de ambos, han
hecho tanto por este club que usted no tiene ningún derecho a ningunearlos de
la manera que lo ha hecho.
Porque este Real Madrid que le han hecho a medida, con unos
jugadores fantásticos, no ha sido capaz de jugar al fútbol en condiciones
durante los tres años que usted lleva al frente. Su equipo juega como un
pequeño, al contraataque –muy veloz y letal, cierto- pero no es capaz de
mantener el balón tres pases seguidos. No me gusta el fútbol del Barça y
siempre he dicho que para eso ya tengo el balonmano, pero al menos, un equipo
grande como el Real Madrid debería tocar seis o siete veces seguidas sin
entregar el balón al contrario, y eso es algo que no suele hacer su equipo casi
nunca. Por no hablar de la pésima defensa de saques de esquina y faltas
laterales. Cada vez que tenemos una de estas acciones en contra, permítame la
expresión, se me ponen de corbata.
Y claro, con todo esto, tras su “rajada” del viernes y el
pésimo partido de ayer en el que un equipo que está coqueteando con el descenso
le pintó la cara a todo un Real Madrid jugando al fútbol mucho mejor y
metiéndole tres goles en el Bernabéu, no me ha quedado más remedio que enviarle
esta carta a través de mi blog –probablemente no la leerá porque usted está por
encima de mí y de todos- para expresarle mi sentir. Y no sólo el fútbol fue
malo, sino que usted no tuvo arrestos a salir en ningún momento del banquillo
por si los pitos, ¿verdad? Mire, José, después de lo del viernes, un hombre
debe asumirlo y actuar como cada partido, no escondido tras la mampara del
banquillo. Y no quiero hablar del papelón que le está obligando a hacer a
alguien como Aitor Karanka, que jamás habría pensado en tener el protagonismo
que usted le ha dado poniéndole como su portavoz –que no del club- en la sala
de prensa después de cada partido. Lo de ayer fue esperpéntico. Por muy poca
personalidad que tenga Aitor, estoy seguro de que no piensa lo que dice y actúa
al dictado de lo que usted, su jefe, dueño y señor, le dice. Una pena ver cómo
todo el mundo se ríe de una situación como esta.
En fin, señor Mourinho, no quiero seguir más con esto porque
bastante enfadado estoy y no quiero cabrearme más. Si se quiere marchar,
dígalo. Váyase con sus formas y su ego a otra parte porque en este gran club el
único ego es el del escudo y la camiseta, mucho más grandes que usted aunque
eso no entre en su privilegiada cabeza. ¡Hala, Madrid!
Estoy completamente de acuerdo hasta en cada "," de lo que acabo de leer. Creo que no se puede expresar mejor lo que yo, como socia y abonada del Real Madrid desde hace mas de 26 años, siento en estos momentos. Yo también estoy muy dolida como madridista de toda esta situación que se ha creado. Me veo completamente reflejada en esta carta. Un saludo.
ResponderEliminarGracias, aunque no hayas dejado tu nombre... ;)
ResponderEliminar