De vez en cuando me gusta releer clásicos. Este me tocó leerlo en el instituto, o sea, hace tantos años que ya iba siendo hora de que volviera a meterme en sus páginas. Como siempre, uno descubre cosas nuevas que un adolescente no llega a comprender.
Autor:
Ramón J. Sender (Ramón José Sender; Chalamera de Cinca, 1902 - San Diego, 1982) Novelista español. De espíritu rebelde y autodidáctico, se sintió siempre atraído por la ideología del anarquismo, incluso cuando, avanzada la vida, se apartó de las actitudes izquierdistas de su juventud. Tras realizar el servicio militar en Marruecos, se inició en el periodismo y colaboró en publicaciones radicales y libertarias.
Sus primeras novelas son de testimonio social y propósito denunciatorio: el antimilitarismo de Imán (1930), sobre la guerra de Marruecos; su ataque al régimen policiaco en O.P.: orden público (1931); la lucha anarquista en Siete domingos rojos (1932) y el relato de la insurrección cantonal de Cartagena (1873) en Mr. Witt en el cantón (1935). Durante la guerra civil luchó en Sierra de Guadarrama y publicó el documental Contraataque (1937), sobre el cual se inspiró en parte Malraux para su novela L'Espoir.
Exiliado primero en México (1939-42), residió el resto de su vida en los Estados Unidos, con trabajos docentes en Alburquerque (1947-63) y en Los Ángeles (1965-71). Dejando a un lado su intensa actividad periodística (en la revista antifascista y anticomunista Cuadernos de París, por ejemplo), su copiosísima producción narrativa prosiguió por numerosas y variadas rutas.
Por un lado están sus novelas alegóricas de intención satírica o filosófica; entre ellas cabe citar El lugar del hombre (1939), La esfera (1947), El rey y la reina, de 1949, El verdugo afable (1952), Los cinco libros de Ariadna (1957) y Nocturno de los catorce (1971). Un sector aparte se halla constituido por sus novelas históricas: Bizancio (1956), Jubileo en el Zócalo (1964) y La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1964), entre otras. El marco geográfico latinoamericano le inspiró una gran novela, Epitalamio del prieto Trinidad (1942), historia de una rebelión en una isla-presidio, notable por la recreación de las pasiones humanas y la descripción de una atmósfera alucinante y de exótica sensualidad.
Pero el sector narrativo más importante de Sender procede de su memoria histórica. Junto a una obrita perfecta, Mosén Millán (1953), luego titulada Réquiem por un campesino español, publicada en 1960, conmovedora historia de un sacerdote que quiere salvar a un joven del pueblo en los inicios de la guerra civil, destaca la serie Crónica del alba, compuesta de nueve novelas aparecida entre 1942 y 1966, autobiografía de José Garcés, personaje bajo el cual se oculta de modo transparente el propio autor. Destaca, dentro de esta serie, el primer tomo, con la evocación del mundo infantil.
En general, la obra escrita en su vejez -incluso títulos tan difundidos como La tesis de Nancy (1962), En la vida de Ignacio Morell (1969), y Nocturno de los 14 (1969), El fugitivo (1972), La mirada inmóvil (1979)- muestra un descenso de su capacidad creativa y una tendencia incontrolada a manifestar a modo de prédica sus fobias ideológicas.
Datos técnicos:
Autor: Ramón J. Sender
Editorial: El País
Encuadernación: Tapa dura
Dimensiones: 13.00 x 20.50 cm
Páginas: 140
Fecha de publicación: 1960 (2003 para esta edición)
ISBN: 9788489669994
Precio: 6.00 euros
Sinopsis:
Réquiem por un campesino español recoge un dramático episodio de la guerra civil en un pueblecito aragonés. Mosén Millán se dispone a ofrecer una misa en sufragio del alma de un joven a quien había querido como a un hijo. Mientras aguarda a los asistentes, el cura reconstruye los hechos: el fracaso de su mediación, con la q ue creyó poder salvar al joven, pero que sólo sirvió para entregarlo a sus ejecutores. El relato es de una perfecta sobriedad y de una sencillez no por ello menos profunda y estremecedora. La narración sobrecoge por su ajustado realismo, por la eficacia de sus símbolos y por el profundo conocimiento de los mecanismos de la conciencia, puesto de manifiesto a través de la evocación del sacerdote. Sin duda, Réquiem por un campesino español es una de las mejores obras de Ramón J. Sender y un libro definitivo sobre nuestra guerra civil, alejado de cualquier panfletarismo.
Mi opinión:
Como ya comentaba arriba, siempre es bueno releer a los clásicos. Este libro me tocó leerlo en el instituto y entonces no era consciente de muchas cosas, ni de costumbres, ni de modos de actuar. Ahora uno puede entender muchas más cosas. Es una de las grandes novelas del siglo XX que siempre hay que leer y que a quien, como yo, lo hizo de adolescente y no ha vuelto con ella, le aconsejo que lo haga. El reflejo de la "España negra" tantas veces retratada, y la crítica que ello conlleva, es uno de los factores capitales de esta historia. La iglesia y su influencia, el dejar hacer aunque se condene a un inocente... Después las culpas, porque entre todos lo mataron y él solo se murió.
Leedlo si no lo hicísteis y releedlo si no...
Errores, gazapos y otras cosas:
Por supuesto, nada que destacar.
Una pequeña joya. Sí, tengo que releerla...
ResponderEliminarBesotes!!!