Yo pensaba que era sólo en España donde nos gustaba levantar ídolos para luego derribarlos con saña, pero veo que no, que en todos lados cuecen habas, y que es condición del ser humano hacer estas cosas. Primero, en cuanto una persona destaca en un arte, deporte, negocio o lo que sea, le alabamos hasta el infinito, llenamos páginas y páginas de periódicos y revistas, horas de radio y televisión, webs de internet, etc., loando y vitoreando sus hechos como personaje público y como persona. Pero los mismos que le alaban son los que al más mínimo resquicio, al más mínimo comportamiento considerado como poco correcto, se tiran al cuello del infeliz para tirarlo del pedestal al que le habían subido, y si es menester, haciéndole todo el daño posible.
Lance Armstrong |
Ejemplos hay a patadas, y el último del que os hablaba el otro día era el de Anna Tarrés, ex-seleccionadora de natación sincronizada de España. Y mucho más sangrante por la repercusión que tiene a nivel mundial es lo que han hecho con Lance Armstrong, ganador de siete Tours de Francia de los que ha sido desposeído no por dar positivo en un control anti dopaje, no, sino por declaraciones, insinuaciones y acusaciones de terceros. En el asunto del dopaje se está llegando a un punto en que todo vale, es una locura y nadie, ningún deportista por legal que sea, va a poder estar seguro, porque una acusación falsa -no digo que las acusaciones contra el ciclista americano lo sean- puede llevarle a la ruina deportiva y hasta personal.
Floyd Landis acusó a Armstrong. Perdió su Tour por dopaje |
Durante muchos años se sospechó que Lance Armstrong podría estar haciendo trampas, pero nunca se le cogió, nunca dio positivo en control alguno y ganó siete Tours además de otras carreras de mayor o menor importancia. Muchos se beneficiaron de esos triunfos, equipos, compañeros, sponsors... Y resulta que alguien quiere cargarse al ídolo, al más grande ciclista jamás nacido, o al menos el que más triunfos tiene en la carrera más grande. Y ese alguien se propone desprestigiarle, acosarle, acorrarlarle hasta que todo el mundo esté convencido de que realmente el ciclista estaodunidense se dopó sistemáticamente. La USADA (Agencia Estadounidense Antidopaje) decide ir a por él de manera implacable y los que fueron sus compañeros, muchos de ellos, porque afortunadamente algunos han negado las acusaciones, deciden contar mil barbaridades que supuestamente ocurrieron cuando formaban parte del mismo equipo que Lance. Y la USADA ha sido implacable y sin ninguna prueba física más que declaraciones de "testigos", ha decidido sancionar a Armstrong de la manera más dura. Finalmente, la UCI (Unión Ciclista Internacional) ha decidido quitarle los siete Tours y se ha quedado tan ancha. Porque lo de la UCI tiene narices. ¿Dónde estaba cuando el norteamericano ganaba los Tours "dopado"? ¿Por qué no hizo nada entonces? Y por supuesto que ahora deja desiertos los siete Tours de la polémica porque no está segura de que los que quedaron detrás del corredor americano no fueran también hasta arriba de alguna sustancia. Conclusión, Lance Armstrong condenado sin pruebas y únicamente por las declaraciones de personas interesadas en hundirle. Entre ellos, compañeros que ganaban un buen montón de dinero a costa de los triunfos de su líder. Algunos de ellos, "íntimos amigos". ¡Con amigos como estos no necesita enemigos! Evidentemente, y creo que con muy buen criterio, el ciclista norteamericano ha decidido no defenderse y dejar que los prebostes de la UCI y la USADA hagan lo que les dé la gana.
Pat McQuaid, presidente de la UCI |
Al final es lo de siempre. Yo no sé si se dopó o no, porque no estaba allí. Estoy seguro de una cosa, y lo he dicho muchas veces. Nadie sube el Tourmalet o Alpe d'Huez con agua y pastelitos. Nadie rinde 22 días a tope con frío, calor, montaña, velocidades de vértigo, caídas, etc., sin tomar nada. Sé que los deportistas de élite juegan en el alambre y que algunas veces caen. Y cuando caen, creo que hay que sancionarlos según establezcan las normas deportivas y la propia ley. Pero lo que no me gusta, lo que me indigna de este y otros casos es que los mismos que crean ídolos y los encumbran, son los primeros en echarles mierda por encima y los hunden con la mayor de las sañas. En el caso de Lance Armstrong, independientemente de lo que han hecho con su carrera y su persona, ahí están las tardes de verano que nos dio para disfrute de los amantes del deporte. Eso no se lo va a quitar nadie.
Yo no sé si las acusaciones contra el corredor son reales o inventadas pero de lo que sí soy segura es que estas no se pueden hacer a toro pasado como es el caso.
ResponderEliminarEse es el problema. Hay corredores que fueron compañeros de Armstrong y que se beneficiaron de sus triunfos con salarios más altos de los que hubieran ganado en otro caso, y entonces se callaron. Ahora salen como chinches... Yo prefiero quedarme con las tardes de julio que nos dio el americano de buen ciclismo. Gracias por tu comentario y un beso.
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