domingo, 11 de diciembre de 2011

Reflexiones sobre el "clásico"

Pasó lo que tenía que pasar. No quise hablar durante la semana y reprendí a mis amigos madridistas cuando hablaban de victoria porque me olía una derrota. Y me olía una derrota porque creo que en muchos futbolistas del Madrid falta amor a los colores. Siento tener que decirlo así pero se nota. Pero de eso hablaré más adelante. Ahora sólo quiero decir que anoche vi un partido y hoy no es que vea otro, pero sí lo veo con otra perspectiva algo diferente. Voy a tratar de destripar el partido dividiéndolo en tres capítulos: El árbitro, El Barça y El Madrid.

El árbitro

Fernández Borbalán no hizo un mal arbitraje en general. No influyó en el resultado si por influir en el resultado se entienden  goles anulados, penaltis, jugadas polémicas dentro del área, etc. Sí tuvo un criterio en las faltas y las tarjetas un tanto favorable al Barça, y sobre todo, en el minuto 43, cuando el marcador estaba 1-1, no sacó tarjeta amarilla, que hubiera sido la segunda, a Leonel Messi. El Barça debió jugar todo el segundo tiempo con uno menos, sin embargo, el árbitro, por no "cargarse" el partido, no le expulsó. No quiero decir que el Madrid hubiera ganado el partido si el árbitro hubiera sido justo en esa jugada, pero sí digo que el Barça no hubiera sido el mismo sin su mejor jugador. Lo que me indigna como madridista es que cuando un jugador del Madrid hace algo parecido, se autoexpulsa o el árbitro cumple con su obligación, y que da igual que la jugada sea en el minuto cinco que en el ochenta y cinco. Sin embargo, cuando el jugador que hace esto es uno del Barça, y siobre todo si es el intocable Messi, el árbitro no debe expulsarle porque "se carga" el partido. No es justo y tengo que decirlo.


El Barça

No fue el equipo arrollador de otras veces durante el primer tiempo. Creo que se le podía meter mano si los jugadores del Madrid hubieran hecho su trabajo en condiciones. El empate fue un error imperdonable de la defensa del Madrid y en el segundo gol le acompañó la suerte. A partir de ahí, a favor de obra y con el Madrid corriendo como pollos sin cabeza como diría mi admirado John B. Toshack, todo fue mucho más fácil y pareció que era mucho mejor de lo que realmente era. Algunos jugadores del Barça, como Alves, Busquets y Piqué, siguieron con sus payasadas y actos teatrales, fingiendo y queriendo hacer picar al árbitro. Menos mal que en esta ocasión no picó, porque si además del error en la segunda tarjeta de Messi hubiera caído en una de estas trampas... Tampoco me gustan las actitudes del presidente, que parece un hoolligan inglés, cuando criticaba estas cosas a sus antecesores. No sé qué tiene el cargo de presidente del Barça que los vuelve locos. Por lo demás, ganaron bien y no los felicito porque no me sale de dentro hacerlo, pero reconozco que fueron superiores, aunque no tanto como ellos dicen.

El Madrid:

Mal, muy mal. Sin movilidad, sin desmarque, sin hambre. Por eso decía arriba que hay jugadores que no sienten los colores ni sudan la camiseta como debe hacer un madridista. No puede ser que un jugador que ha costado lo que ha costado y gana lo que gana, cada vez que pierde un balón se queda parado en lugar de ayudar a recuperarlo. Y es triste que el "7" que han llevado con orgullo y dignidad jugadores como Amancio, Juanito, Butragueño o Raúl entre otros, ahora lo lleve un jugador caprichoso, egoísta y poco trabajador que sólo engorda sus números pero no resulta efectivo en los grandes partidos, en los que se esconde y no rinde como debiera un jugador de su clase. No puede ser que el entrenador, al que muchos idolatran pero que a veces toma decisiones caprichosas que nadie entiende, ponga en el lateral derecho a un jugador que es zurdo cerrado que sólo ha jugado una vez en ese puesto y fue la semana pasada. No puede ser que este entrenador vea que su jugador estrella no está y el equipo juega con diez, y no lo cambie por alguien que tenga hambre y ganas de triunfar. Lo que dice este comportamiento es que tiene sus favoritos, sus amigos, a los que considera intocables pase lo que pase. Hay actitudes que el entrenador debe cambiar por el bien del equipo. No me voy a meter con sus planteamientos, porque en general me gustan, pero sí con estas decisiones caprichosas que no benefician en nada al equipo. Ayer los jugadores estuvieron parados, le dieron el balón al Barça y no "mordieron" como es debido y dieron alas a un Barça que cuando se vio perdiendo 1-0 a los 23 segundos estaba inseguro y con miedo. Pero la actitud de los jugadores blancos los metió en el partido hasta que empataron. Después, con el gol afortunado al principio del segundo tiempo, el Madrid quedó groggy y empezó a correr detrás del balón en el rondo de los culés que desde ese momento jugaron a sus anchas. No sé si es miedo, complejo o qué, pero este Madrid de anoche no es el que estaba arrasando en las últimas semanas, y espero que este resultado no le haga mella en las siguientes jornadas.

Y desde este momento, no voy a hablar más de este tema. Para mí está zanjado, pero quería dar mi opinión sobre el partido. Ni el Madrid iba a ser campeón cuando iba seis puntos por delante, ni el Barça lo va a ser ahora por haber ganado este partido. Esperemos que los blancos no se hundan y aguanten el pulso hasta el final, y después, que gane el mejor.

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