El 27 de diciembre de 1943, doña Ángeles, seguro que ni siquiera intuía que el bebé que acababa de traer al mundo iba a ser uno de los músicos más grandes e influyentes, no sólo en España, sino en toda Latinoamérica. Seguro que el propio Serrat no sabía hasta dónde llegaría cuando abrazó por primera vez a una guitarra. Pero aquí está, después de 66 años, mil vivencias, buenas y malas, como todo quisqui, claro, y cientos de hermosos poemas hechos canción, más vivo que nunca, y con ganas de seguir trabajando. De hecho, esperamos con impaciencia el nuevo trabajo que debe estar próximo a aparecer -en su web oficial se decía que saldría en noviembre, pero no está todavía en las tiendas-, un nuevo trabajo dedicado a Miguel Hernández, con motivo del centenario de su nacimiento en 2010, y que se titulará "Hijo de la luz y de la sombra".
Tenía yo unos once o doce años cuando escuché las primeras canciones de Serrat en unas cintas de cassette de un vecino, y ya me enamoré de aquellos versos, justo cuando empezaba a escribir mis primeros poemas. Creo que aquello me convenció de que no debía enseñárselos a nadie, que eran demasiado malos, y por eso ahí siguen, en sus cuadernos originales, y sin que nadie haya podido meterles mano. Y fueron esas cassettes las que me presentaron al maestro, y con mis primeros ahorros también compré alguna que todavía conservo. Después vinieron los vinilos, discos que guardo como oro en paño para que no se deterioren, el querer conocer todo sobre él, su vida, sus canciones... Curiosamente, y sin darme cuenta, me estaba convirtiendo en un "fan" -palabra que detesto- o algo parecido, sin llegar a la categoría de mitómano, pero muchas veces entré en esa guerra que tenemos los que amamos la música de Serrat, de ser el primero que compra el disco a su salida al mercado, y después, contarlo, igual que el que cuenta sus aventuras amorosas o sus conquistas. Seguramente que, ni estos últimos consiguen esas conquistas, ni los que buscamos ser el primero en conseguir el pertinente disco del maestro, hemos sido los primeros, pero unos y otros tendemos a creérnoslo...
Y durante 66 años nos acompaña su banda sonora, a unos desde que nació y soltó el primer berrido, que seguramente ya sonaba bonito, y a otros desde que le fuimos descubriendo e incorporando a nuestras vidas. ¡Cuántas veces habremos utilizado sus versos para intentar seducir a una chica, o simplemente, para quedar bien con algún amigo! En eso nos debe perdonar, pero es que son pocos los que tienen su talento y a veces uno tiene que intentarlo todo para conseguir un pequeño triunfo. Ahora, después de más de treinta años de conocerle a través de sus canciones, no me atrevería a hacerlo, porque ya nadie desconoce ninguna de sus frases, y para hacer el ridículo, mejor citarle, y quedar bien. Lo único que anhelo, como creo que todos los que le seguimos y admiramos, que 2010 sea sólo el primero de otros 66 años o más de hermosas canciones. ¡Feliz cumpleaños, Maestro!
Esta canción me gusta mucho.¡¡Qué joven el Serrat de este video¡¡Cómo pasa eltiempo!!
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