Zapatero y los secuestros

No es que me guste mucho hablar aquí de política, pero hay veces que uno debe hacerlo, y decir lo que piensa, porque ésto ya pasa de castaño oscuro. Hace un par de años, unos piratas somalíes abordaron un pesquero español, y tras arduas negociaciones, el gobierno español pagó un rescate que habrá servido seguramente que, además de para que comieran los secuestradores y sus familias, comprar armas con las que seguir ejerciendo su "noble" negocio en las aguas del Mar Rojo.

En las proximidades había un barco militar español que se acercó por allí para ver cómo estaban las cosas, pero por supuesto sin actuar, no fuera a ser que hubiera algún pirata herido, cosa no deseada por nadie, faltaría más. Total, que el señor Zapatero, con el dinero de los españoles, financió a los piratas somalíes cuando desde todos los organismos internacionales se aconseja no pagar en estos casos.

Y ahora tenemos la última, la de los dos cooperantes de Mauritania. España vuelve a pagar el rescate, en esta ocasión a terroristas de Al-Qaeda. Se han publicado vídeos que demuestran que ha habido pago de rescate, los terroristas se han jactado del pago públicamente, y hasta ETA alaba la "buena" noticia, porque claro, ¿quién es el guapo que ahora no negocia con los terroristas vascos sabiendo que nuestro gobierno ha pagado un rescate a terroristas internacionales?  Un gobierno, además, que en enero había firmado un acuerdo con Argelia -el pais más atacado por el terrorismo islámico- para no pagar rescates por secuestros.

Todo esto me parece muy triste, y entiendo que las familias de los liberados estén felices, pero la pregunta es: ¿qué precio pagaremos, aparte de los millones de euros entregados a los secuestradores, en vidas humanas por este "feliz" desenlace? ¡Ah! Un consejo para quienes vayan de vacaciones a un pais exótico: cambiad los billetes para un pais occidental, o simplemente, cambiad la nacionalidad, no sea que algún espabilado, sabiendo que España paga rescate por secuestros os vaya a retener contra vuestra voluntad...