No soy muy dado a hablar de política o sus cercanías. Mis entradas en este blog sobre estos temas son muy pocas y seguirá siendo así, pero hay veces que uno no puede callarse ante cosas que está viendo. Hace ya bastante tiempo que el Ayuntamiento de Pinto es un cachondeo, desde la llegada al poder del ínclito Antonio Fernández y todas las figuritas que han ido apareciendo después. Los del PP dicen que se encontraron el pueblo como un solar, y tras la moción de censura, los del PSOE afirman que fueron los pupulares, en sus pocos meses de mandato quienes lo habían llevado a la ruina. Entretanto, Reyes Maestre va cambiando de opinión y de bando según le interesa y es el único concejal en la historia de la democracia que ha sido cesado dos veces en su cargo como parte del gobierno. Y como según nuestra ley electoral los cargos son personales aunque los votos se hayan emitido hacia un partido, pues así nos luce el pelo.
Uno de los temas que quería tratar aquí, porque me parece sangrante, es el funcionamiento de la empresa de servicios, privada pero de capital público, ASERPINTO, una empresa que se creó para tener a todos los trabajadores que forman parte de los servicios -limpieza, obras, jardinería, etc.- como personal laboral y no funcionario, con lo que los "gastos de personal" del Ayuntamiento no son tan grandes. Que la empresa es una ruina y que muchos la han utilizado para promocionar y pagar sueldos astronómicos a sus amigos, independientemente de la valía de los mismos, lo sabe todo el mundo en Pinto, pero esta vez no hablaré de eso, sino de algunas cosas que se ven por la calle. Por ejemplo, en mi calle, tirada durante más de una semana, una botella de batido de chocolate con parte de su contenido dentro. ¿Cuánto tiempo tarda un barrendero de Pinto en pasar por mi calle? Otro ejemplo: una cuchara de plástico, de las que compramos para los cumpleaños de los niños o las barbacoas, tirada en la acera durante cinco días seguidos sin moverse, justo frente a la Oficina del INEM. ¿Tampoco por esta zona pasan los barrenderos? Otro más: un trabajador de la empresa me asegura que tiene compañeros que se cogen una baja por depresión y pasados unos meses vuelven al trabajo y a los pocos días, vuelven a cogerse una nueva baja, y así hasta el infinito y mucho más... Otro trabajador de ASERPINTO que ya no trabaja en primera línea de limpieza me asegura que si le dicen que salga a barrer o algo parecido, "me cojo veinte días de baja y ya está". ¿Alguien controla eso? Pero esto ya lo han denunciado algunas revistas locales.
El otro tema del que voy a hablar tiene mucho que ver con la ruina que parece ser hay en el Ayuntamiento. Hay que conseguir dinero de la manera que sea y una de esas maneras es cobrar la expedición de documentos que siempre había sido gratuita. Desde la web oficial del Ayuntamiento de Pinto se puede descargar la autoliquidación de expedición de documentos, y en ella se pueden ver los precios. Una simple compulsa, que no hace mucho tiempo era gratuita, hoy cuesta 1,50 € cada página. Así, una serie de trámites que el ciudadano debe pagar además de los impuestos. Esta mañana mismo he compulsado en el Ayuntamiento de San Agustín de Guadalix unas 40 páginas, y no me han cobrado nada por ello. ¿Por qué en mi pueblo sí me cobran? ¿Es que las firmas de los funcionarios pinteños valen más que las de los de San Agustín? Misterios sin resolver que espero alguien nos aclare algún día.
Supongo que habrá trabajadores de ASERPINTO y políticos de Pinto que se sentirán ofendidos por lo que digo, aunque supongo que sólo los que se sientan aludidos. Los buenos trabajadores de la empresa de servicios, que los hay, y los buenos políticos de Pinto, que también espero que los haya, deberían tomar cartas en el asunto por el bien del pueblo y de ellos mismos.
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