¡Qué mala leche...!

Pues sí, qué mala leche tiene el volcán islandés situado bajo el glaciar Eyjafjallajokull -¡lo que me ha costado escribir el nombrecito!- que ha soltado a la atmósfera una inmensa nube de ceniza que se está esparciendo por toda Europa y ha conseguido colapsar el tráfico aéreo entre muchas ciudades del contintente. Se habla de cifras mareantes como 16.000 vuelos cancelados, miles de personas atrapadas en los aeropuertos sin poder desplazarse, y otra mucha gente teniendo que realizar sus viajes por carretera. Y es que cuando la Naturaleza dice "aquí estoy yo" no hay nadie que pueda con ella. Ni tan siquiera la tecnología más sofisticada.

Tanto es así, que el hexacampeón de la temporada pasada en el fútbol español, F. C. Barcelona, ha tenido que viajar hasta Milán en autobús, por si las moscas. Claro que el autobús de estos chicos no es como el que tengo que coger todos los días para ir al trabajo, pero supongo que, en el caso de que el partido no vaya bien, pondrán como excusa el cansancio del viaje. Y sinceramente, espero que se cansen mucho, que les afecte el viaje en autobús, y que además, Eto'o, Sneijder y sus comapñeros les hagan un roto, porque soy madridista, porque son el "enemigo" y porque no tengo ni pizca de ganas de verles ganar la Champions en el Bernabéu y yendo a Cibeles a pintarnos la fuente de azulgrana. Ya sé que son españoles y bla bla bla, pero yo, como buen madridista, y como a ellos les pasa con el Madrid, quiero que pierdan, y si es por culpa de la nube de ceniza de un volcán islandés de nombre impronunciable, bienvenido sea...